Los sabores tradicionales y la innovación culinaria se dan cita en esta cocina. Llama la atención la singularidad de la despensa de la que se abastece, productos de elaboración artesana, que se vinculan a rincones concretos del territorio y estaciones del año.

La cocina del interior es típicamente mediterránea con platos tan sabrosos como saludables. Sigue el ritmo de las estaciones, dando prioridad a los productos de temporada. De estamanera la carta de platos que se pueden degustar a lo largo del año va variando y dando lugar a otras recetas.

En otoño, por ejemplo, llega la temporada de las setas autóctonas; las carnes de caza se pueden degustar amedida que levantan las vedas, y las legumbres y verduras también son cambiantes a lo largo del año. Platos confeccionados con los productos de la tierra, los gazpachos, los guisos, las ollas y la multitud de arroces, son los platos más característicos de las zonas de montaña, con recetas deliciosas y tradicionales en cualquier momento del año.

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